Pues he estado a punto de no poner esta receta en el blog. Pero al final he pensado "Lídia, este es todo un clásico de la fiambrera". Así que aquí está. Tiene poco secreto pero a todo el mundo no le queda igual. Empecemos por el principio: se cortan unas patatas y unas cebollas en juliana y se ponen a pochar en abundante aceite (menos que para freir) a fuego medio. Se dejan hasta que están tiernas y se apartan, escurriéndolas para que suelten el aceite. En mi casa se pone un plato hondo y uno plano pequeño dentro boca abajo y las patatas encima, para que todo el aceite que suelten quede en la cavidad entre los dos platos. Después se baten un par o tres de huevos (para 2-3 patatas y 1-2 cebollas) y se mezclan con las patatas y las cebollas. Por último, se quita aceite de la sartén dejando sólo un hilillo y se añade la mezcla. Se deja, no sé, unos 5 minutos por cada lado, ayudándose de un plato plano para dar la vuelta a la tortilla. A este plato no se le ha de dar un tratamiento especial para llevártelo al día siguiente, bueno, quizás poner esmero en que quede esponjosa, controlando que haya mucha cebolla y no tanta patata para que no quede seca. Yo me la he llevado junto con una ensalada de tomate, palitos de cangrejo y rabanitos, aliñados con aceite y vinagre.
2 comments:
Justo hoy he cenado una supertortilla de patata que ha echo mi marido... si la que hago me gusta la que me dan echa es otra historia jeje... no conocía tu blog y con permiso me voy a dar una vueltecica.
Enhorabuena
Bienvenida Raquel!
A mi tambien me gustan las tortillasquemehacenpaquemelascoma :)
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