Clásicos de ayer y siempre: croquetas

Nada como las croquetas para la fiambrera. Se preparan, se congelan y el día antes se fríen y se dejan preparadas para el dia siguiente. El problema es que para hacer corquetas tienes que estar preparado psicológicamente: despues de hacer un estofado de pollo necesitas el arrojo necesario para seguir cocinando. Si superas la pereza y decides no comerte al dia siguiente los restos de pollo, estos son los pasos:

Separamos la carne de pollo del hueso y de la piel y lo desmenuzamos en trozos pequeños. Hacemos una bechamel, agregamos el pollo, sal y nuez moscada. Dejamos enfriar la mezcla y, una vez fria, formamos bolas con ella. Pasamos las bolas por harina, huevo batido y pan rallado. Las freimos en aceite caliente.

Secreto casero materno: añadir una lata de paté. el gusto que dá a las croquetas es único.

Secreto gourmet absoluto: rallar una trufa y añadir un trozo de foie. Para bolsillos en condiciones.