Esta es una manera de comerse la pechuga de pollo sin que se te atragante o te entren ganas de llorar cuando abres la fiambrera. Simplemente se enrolla un filete fino de pollo con un trozo de jamón en dulce en el centro y se aguanta con un palillo. Se pasan por la sartén los rollitos con un poco de aceite y se van reservando. Normalmente hago una salsa con un poco de roquefort y de nata líquida y se la echo por encima, pero ayer no tenía. Así que cuando los rollitos estaban ya hechos pero aun en la sartén les coloqué una loncha de queso de cabra a cada uno para que se deshiciera con el calor. Y los fui apartando. Espero que no hayan quedado muy secos. Con el roquefort tiene su punto. Pero se me había acabado.P.D.: Estaba muy bueno el pollo. mejor no salarlo porque el jamón York y el queso calientes ya son salados de por sí.
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